Globo.com: El primer show en Brasil, los gritos de 5000 apagaron el sonido de Tokio Hotel.

miércoles, 24 de noviembre de 2010


Tokio Hotel faz um show cheio de efeitos e se declara para as fãs das plateia!La banda alemana de pop rock tocó en el Via Funchal de São Paulo, el martes (23). La presentación duró hora y media y siguió el set del CD-DVD "Humanoid City Live"
Precisos como un cuarteto de robots, para permanecer en la campo de las metáforas futuristas en el proceso creativo de la banda, Tokio Hotel tocó hora y media para cinco mil aficionados jubilosos - en su mayoría niñas de entre 10 y 15 años. El grupo alemán no se ha desviado ni un ápice de su último álbum en directo, especialmente en el arreglo para piano (en llamas reales,) de la balada "Zoom into me". La canción fue tocada en la apertura de los bises con sólo los gemelos Kaulitz en el escenario: el cantante Bill y Tom el guitarrista y tecladista.
Antes del incendio, llegó la llamada que todo el mundo que ya conocía. "Valió la pena haber venido, ¿Están listos para la diversión?", preguntó Bill para presentar dicha ciudad humanice. Una metrópoli ficticia bautiza el álbum de estudio lanzado en el 2009 y el CD y DVD de su versión en vivo que salió en julio de este año.




A las 22:15, el telón negro que ocultaba el escenario se levantó para revelar a los músicos, uno por uno, desde el baterista hasta el cantante. En el primer verso, la voz del cantante de sólo 21 años compitió con las rabietas de sus admiradores, parra que después apareciera la silueta del chico. Con un copete bien domado, que ha dicho no le toma más de cinco minutos enderezar, Bill presentó una ciudad menos portentosa que la observada en el DVD. Pero la versión de bolsillo de la ciudad inventada convenció, el escenario simple, sombrío, con restos, rayos láser, enormes edificios y todo tipo de chatarra electrónica.
La falta de sorpresas no tiró el brillo de la presentación, por supuesto. En la interpretación, Bill pasó el show vestido como si fuera la versión club de un jugador de fútbol. Lleno de brillantes baratijas por aquí y por allá. El cantante abandona el escenario nada menos que seis veces para cambiar de trajes. Llevar ropas con luces intermitentes de árbol de Navidad no es para todos. No sólo eso, ofreció "Alien" a "todos los que se ha sentido extraños." Lejos de tener el mismo papel que la auto-proclamado himno pre-adolescente, "Hey You" trajo una carta de menor intensidad, pero con disposición épica y fuego al final. Las llamas sincronizadas también aparecieron en "Dark Side of the Sun", antes de sus últimos bises.
Pero con la pesada "Break Away", tema que da más trabajo al batería Gustav Schäfer, la banda logró eclipsar los gritos de su ejército de seguidores. En "Pain of Love", desfiló Bill a través de un pasillo pequeño y poco utilizado que divide la pista VIP, causando aún más alboroto. Así que paseó por allí un par de veces más.
Sentados, tocaron "Phantomrider" en acuerdo con los tambores, violín y guitarra. Todavía en los banquillos, vino la "mejor parte del show", en palabras de Bill. "Tenemos un ritual en esta gira", anunció. Luego bajaron los instrumentos y aplaudieron al público, que estuvo (un poco) en silencio durante 15 segundos. Después de un momento de pausa, el líder de Tokio Hotel se había ido de nuevo, para reaparecer en un palco más alto.
Esta vez, apareció en una moto, al sonido de "Dogs unleashed", seguido por "Love & Death", "In yogur shadow" y la pegadiza "Automatic". No hubo la necesidad de apretar tornillos, cambiar aceite ni nada de eso: el repertorio bien manejado y bien puesto a la lluvia de confeti verde sobre las cabezas de los aficionados en "Forever Now". Tokio Hotel es una máquina de hacer dinero y de creación de himnos adolescentes.


Traducción por Ximena - Official Groupies TH México

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